miércoles, 9 de junio de 2010

SíNdRoMe dE DoWn [!!!]

Volviendo al pasado (para no variar, y como castigo por mi inconstancia a lo largo del curso), tras la semana de vacaciones por la Feria de Abril, el grupo que exponía trabajó el tema de la inserción sociolaboral en personas con Síndrome de Down.

Sinceramente no conozco este colectivo casi nada. No tengo ninguna experiencia previa con él, ni siquiera a un nivel más teórico. Por ello, por ser un colectivo tan desconocido para mí en todos los aspectos, he valorado mucho esta exposición.

En primer lugar, mis compañeros nos pusieron un video de introducción, en el cual gente de la calle opinaba sobre qué era el Síndrome de Down. Las respuestas de muchos entrevistados podían ser sin ningún problema mías, ya que en este tema soy bastante ignorante. Tras esto, mis compañeros realizaron una introducción teórica, en la cual aprendí mucho sobre este síndrome.

Primeramente, llamó mucho mi atención que las personas que lo padecen no tienen ninguna enfermedad. Era tan ignorante que consideraba el Síndrome de Down como una enfermedad, o lo asociaba con otras enfermedades físicas o psicológicas. Nada más lejano a la realidad… Las personas que lo padecen no tienen porque tener mejor o peor salud que otras personas que no lo padezcan. Es puramente genético… Con esto demuestro que realmente andaba muy perdida en este tema.

Antes de terminar la exposición, hubo la visita de dos personas que padecían Síndrome de Down y otras dos con otro tipo de retraso mental distinto. Como he dicho en otras ocasiones, se agradece mucho un contacto directo con casos reales. Es la mejor forma, en mi opinión, de aprender.

Como ya he comentado, poco era el conocimiento que poseía sobre el Síndrome de Down, y sinceramente, después de la exposición, aún sigo sintiendo que no conozco ni una milésima parte de la complejidad de este colectivo. La única experiencia que he tenido a lo largo de mi vida ha sido conocer la opinión de mi prima (una chica de 20 años que cuidaba a un niño con Síndrome de Down), que posiblemente no fue muy positiva. Recuerdo que yo tendría unos diez años, y mi prima llegaba a su casa muy agobiada diciendo que no podía con el niño que tenía que tratar, que hacía intentos de pegarle, le tiraba las cosas, no le hacía caso en nada… En fin, que posiblemente este altercado en mi vida (o más bien en la de mi prima), hizo que me creara muchos estereotipos sobre estas personas. La experiencia de mi prima fue tan mala, que recuerdo que años más tarde tuvo que realizarse una prueba al poco tiempo de embarazo para saber si la niña llegaba con Síndrome de Down, y cuando sacó el tema, me afirmó sin tapujos que si la prueba salía positiva, abortaría inmediatamente… Recuerdo que un escalofrío recorrió mi cuerpo.



Una persona nunca se plantea que tal vez uno de sus hijos pueda llegar al mundo con una malformación, una enfermedad o algún síndrome. No es algo que nos planteemos. Pero lo que sí tengo muy claro es que defiendo la vida por encima de cualquier cosa, y los motivos por los cuales mi prima hubiese abortado (finalmente la prueba salió negativa, y ahora tengo una primita más en la familia) no son justificables para mí. Cuando le pregunté por qué abortaría, me contestó: “las personas con Síndrome de Down lo pasan muy mal, y yo no estoy preparada para hacer frente a algo así”. He aquí los estereotipos saliendo a flote como cuchillos afilados. Como cuchillos afilados que hacen daño…

Esta fue, y ha sido, la única experiencia en mi vida y la única vez que he tenido que plantearme este tema. Creo que teniendo en cuenta esto, mi propia experiencia y lo que percibo a mi alrededor, sería necesario educar a la sociedad sobre la existencia de este tipo de personas, sobre esta realidad tan escondida (y a la vez numerosa, gran contradicción) que vive inmersa entre nosotros.
Dependencia, infelicidad, enfermedades… palabras asociadas a este colectivo. Fuerza de voluntad, coraje, ganas e ilusión, palabras que deberían asociarse en lugar de las anteriores… Respeto, aceptación e integración… metas a conseguir por una sociedad clasista en todos los aspectos posibles de la vida, metas a conseguir por cada uno de nosotros, y especialmente por (como no, barro para mi terreno) los educadores sociales.

Vuelvo a agradecer una exposición de esta temática que todavía se me plantea muy desconocida, pero que gracias a mis compañeros, he logrado esclarecer un poco y ser consciente de lo mucho que queda por hacer y por conocer.

2 comentarios:

  1. Como padre orgulloso de una niña con síndrome de Down, me alegran mucho leer tus comentarios. Es más, envío un bonito enlace que suena a broam pero os invito a leer porque es completamente cierto:
    http://downaraberri.blogspot.com/2010/05/el-sindrome-de-down-es-contagioso.html

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  2. Qué lindo lo que escribiste. Es muy bueno encontrarse (aunque sea por internet) con gente que de alguna manera u otra, sabe que estos chicos no son diferentes,sino que son especiales.

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